La flexografía es una técnica de impresión ampliamente utilizada en la industria, pero a menudo está rodeada de ciertos mitos o malentendidos. Es importante desmitificar el proceso de la flexografía y comprender cómo funciona realmente.
A continuación, se aclararán algunos de los mitos comunes asociados con la flexografía:
Mito 1: La flexografía es una técnica de impresión de baja calidad.
Realidad: Este mito se ha desvanecido en los últimos años. La flexografía ha experimentado avances significativos en términos de calidad de impresión.
Los impresores modernos usan tecnologías avanzadas, como la gestión precisa del color y la mejora de los detalles, para obtener resultados de alta calidad en sus impresiones flexográficas.
Mito 2: La flexografía solo es adecuada para grandes tiradas.
Realidad: Si bien la flexografía es conocida por su capacidad de impresión en grandes volúmenes, también es adecuada para proyectos de menor escala.
Con la mejora de la tecnología y la optimización del proceso, la flexografía puede ser rentable incluso para tiradas más cortas, brindando resultados de calidad a un costo competitivo.
Mito 3: La flexografía solo puede imprimir en sustratos porosos
Realidad: Si bien es cierto que la flexografía es especialmente adecuada para sustratos porosos, también puede imprimir en sustratos no porosos, como plástico y películas.
Los avances en tintas y placas flexibles han permitido expandir las capacidades de la flexografía, lo que la convierte en una opción versátil para una amplia gama de materiales.
Mito 4: La flexografía es un proceso complicado y costoso.
Realidad: Aunque el proceso de flexografía implica una configuración y ajustes iniciales, no es inherentemente más complicado que otras técnicas de impresión. Además, la flexografía ofrece una relación calidad-precio favorable.
Sus costos de producción son competitivos, especialmente para grandes volúmenes, lo que la convierte en una opción asequible para muchos proyectos de impresión.
Mito 5: La flexografía no es respetuosa con el medio ambiente.
Realidad: La industria de la flexografía ha realizado esfuerzos significativos para adoptar prácticas más sostenibles. Se han desarrollado tintas más ecológicas y se han implementado sistemas de gestión de residuos.
Además, la flexografía utiliza menos energía en comparación con otras técnicas de impresión, lo que contribuye a una menor huella ambiental.
En conclusión
La flexografía es una técnica de impresión versátil y de alta calidad que ha superado los mitos que la rodeaban. Con avances tecnológicos y una mayor conciencia ambiental, la flexografía se ha convertido en una opción confiable y competitiva en la industria de la impresión.
